Triatlon Juan Carlos I

Ya eran las 6 de la mañana cuando sonaba el despertador, me gusta hacer las cosas con tiempo, ya había preparado todo la noche anterior. Echaba la vista solo un par de meses atrás y solo veía cambios, cambios suficientes para asustar a cualquiera, pero me quedaba con lo bueno, tenia nueva bicicleta , de carretera, me gustaba, sentía que esa bici era como la lanza y el escudo de un espartano, dispuesto siempre para la batalla. Una vez mas, lo mas importante, mi objetivo, permanecía intacto, tenia las mismas ganas de superarme que el primer día, la ilusión de llegar donde la gente te dice continuamente que no puedes llegar, de agarrar esa sensación de plenitud que recorre todo tu cuerpo cuando cruzas la linea de meta, en definitiva de volver a ser un finisher.
Desayune como un día cualquiera, aunque este no lo era , estaba muy concentrado, quería hacerlo muy bien, esta vez venían a verme muchos amigos y compañeros, no quería defraudar , lo cual aparte de hacerme estar concentrado, me hacía estar un poco nervioso. Cargue todo el material en mi coche y marche rumbo al lugar de competición con muchas ganas en la cabeza.
Una vez allí, no tarde en entrar en boxes con gran tranquilidad , coloque la bici en mi atril , tenia mi número, el 102, me sentía bien, muy bien, pero el día solo acababa de empezar, mire el móvil antes de guardarlo en la mochila había 2 mensajes , alguien que fallaba a ultima hora, y el mensaje de un gran amigo, un mensaje que fue como si me hubiese arengado para una batalla el mismísimo Leónidas el espartano, un mensaje que me dio muchisima moral, fue una de las veces que ese día me sentí grande.
La espera una vez mas se hizo larga pero recuerdo que una vez mas estaba en la salida , en primera fila , en la primera oleada, una parte de mi se preguntaba ¿chico , tu no aprendes? en la natación hay que ir tranquilo , pues no , cuando sonó el pistoletazo de salida nos zambullimos en una mezcla rara de fango con agua que olia bastante mal y hacia la prueba bastante complicada, salí del agua descompuesto ,por el olor , la mala ubicación y demás factores que hacían ese segmento mas duro de lo que pensaba, pero daba igual, había que seguir adelante, llegue a mi bicicleta muy concentrado y tal vez un poco fatigado , el pulsometro me avisaba de que no duraría mucho a ese ritmo, pero la batalla acababa de empezar , no pensaba sucumbir de ninguna manera , me puse botas casco , porta dorsal y salí hacia el segmento ciclista y el el primer kilómetro había adelantado a unos 10 corredores lo cual me daba muchisima moral, poco después solo puedo decir que me vine abajo. Miré hacia atrás y no veía mi dorsal , no era capaz de palparlo, pensé ¡no puede ser!, pensaba que en cuanto me viese un juez me iba a descalificar, estaba a punto de ponerme a llorar , baje el ritmo drasticamente y por mi cabeza solo pasaban pensamientos negativos, no podía ser , ¿todo este trabajo para acabar así?. De pronto mire a mi izquierda y vi mi sombra , me quedé contemplándola y de pronto vino la gran sorpresa , a ella si le colgaba el dorsal, y si a ella le cuelga a mi también, me levante de la bici y mire hacia atrás allí estaba ondeando en mi cintura, era momento de recapitular , solo habían pasado un par de kilómetros desde que bajé el ritmo y aun quedaban 17 asique una vez mas solo volvía a quedarme una herramienta ¡luchar! puse el desarrollo mas grande de la bici y subí el ritmo muy considerablente, por un momento pensé que mi pulsometro en vez de marcar una cifra marcaba ¡¡¡rock & roll!!! por un momento me acordaba de la mítica frase de Steve Prefontaine (este es un ritmo suicida y hoy es un buen día para morir).
Transcurrieron los 17 kilómetros restantes bastante rápido, las sensaciones eran geniales , no me sentía cansado , durante un rato llevaba una moto de la organizacion e iba en solitario, lo que me hacia sentirme un escapado en pleno tour de Francia, se acercaba la transición y la verdad el cansancio hizo mella de golpe.

Cuando llegue a la transición me di cuenta de que había puesto demasiada carne en el asador en la bici y me iba a pasar factura, enfilaba la recta de entrada a transición y no me encontraba bien , pero sucedió una autentica catarsis. En el atril 102 había gente jaleandome, ¡¡era mi atril!! , ¡¡eran mis amigos!! cuando escribo estas lineas días después todavía se me ponen los pelos como escarpias cuando recuerdo ese momento.
Allí estaban Juan, Alba, Javi y Fan , estaban dandome ánimos, por un momento yo solo les oía a ellos, cruce un par de palabras con ellos mientras me ponía las zapatillas de correr y dejaba la bici, tocaba enfilar el ultimo segmento de 5 km a pie, pero sus ánimos se transformaron en fuerza, nunca había experimentado esa sensación , el pundonor volvía a florecer por mis venas, estaba vivo , era libre , y aquello me gustaba , corrí los 5 kilómetros sin prisa pero sin pausa , ya que era un recorrido lleno de cuestas que con lo que llevaba encima , cualquier movimiento de mas podía pasar factura.
Una vez mas la sensación volvía a repetirse , llegaba a la meta, lo había vuelto a conseguir , el crono marcaba 1hora y 25 minutos, veía de nuevo en meta a mis amigos , me salió un gesto del alma, los señale y me lleve la mano al corazón , para mi había sido un gesto muy grande , estaban apoyandome y dandome

y la verdad que esta aventura tiene poco mas que contar, aparte de que estaba lleno de fango por dentro del mono cuando acabe y que ya toca pensar en la siguiente , el 11 de septiembre , el Duatlon cross de Becerril de la sierra , donde por cierto debutará uno de mis amigos, Juan (futuro de triatlón, aunque creo que sigue sin saberlo).
Solo me queda dar las gracias a todos los que estuvisteis, a los que no pudisteis venir por trabajo (brother en el siguiente no tienes escusa), a todos los que me animan todos los días y me dan aliento para seguir adelante, a los que me dicen que empiezo a contagiarles mi amor por el deporte (es la sensación mas bonita que puede sentir un deportista) , y para mi ya que haber llegado hasta aquí es un triunfo, quiero dedicárselo a mi amigo Lechowsky, que no pasa por un buen momento, chico mucha fuerza y que sepas que los limites que tendrás serán solo los que tu te impongas.

Muchas gracias a todos por haber tenido la paciencia suficiente para leer otra de mis batallitas y nos vemos en el siguiente reto.

UN ABRAZO